Los bebés prematuros tienen un mayor riesgo de conducto arterioso permeable (DAP). La exposición prolongada a PDA puede ser perjudicial y se ha asociado con morbilidad y mortalidad neonatal. Aunque los mecanismos moleculares subyacentes a la regulación del cierre del conducto arterioso postnatal no se comprenden completamente, la experiencia clínica y los ensayos de investigación han informado cambios recientes en las estrategias de tratamiento de PDA y estrategias de tratamiento reorientadas en subconjuntos más pequeños de bebés que requieren intervención. Esta revisión examina los enfoques actuales de diagnóstico y manejo de PDA en recién nacidos prematuros.
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