El número de personas que se abstienen de comer carne aparentemente ha aumentado. Esto se debe a una variedad de factores además de las restricciones económicas o las preocupaciones religiosas, que han sido durante mucho tiempo las razones de dicha conducta dietética. Varias razones para adoptar dietas que excluyen la carne incluyen una mejor salud, preocupaciones sobre el bienestar animal, el uso de antibióticos y hormonas en el ganado, y la excesiva explotación de los recursos ambientales. En consecuencia, la cantidad de niños cuyos padres deciden seguir dietas alternativas, como vegetariana, vegana, macrobiótica o frugívoro, también está creciendo. La investigación clínica en adultos que adoptan tales dietas se ha expandido, y su impacto nutricional ahora está bien documentado. Sin embargo, los datos sobre niños que siguen regímenes dietéticos que excluyen la carne y el impacto en su salud son limitados. Nos gustaría sensibilizar a los pediatras sobre el asesoramiento a los padres durante el embarazo y el cuidado regular de los bebés y niños que crecen en familias que consumen regímenes dietéticos atípicos, como las dietas vegetarianas y veganas.
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