RESUMEN Y RECOMENDACIONES
- La violencia en la pareja íntima (IPV) es un patrón de conductas coercitivas que pueden incluir violencia sexual y física repetida, abuso psicológico, aislamiento social progresivo, privación, intimidación, acoso y coacción reproductiva. Estos comportamientos son perpetrados por alguien que está o estuvo involucrado en una relación íntima con la víctima y se utilizan para establecer el poder y el control sobre la víctima.
- La exposición a IPV tiene efectos a corto y largo plazo en el desarrollo emocional, social y cognitivo de un niño.
- La presentación de niños que están expuestos a IPV es variable (tabla 3 y tabla 4).
- Preguntar a los cuidadores y pacientes adolescentes sobre IPV debe realizarse cuando hay factores de riesgo para IPV (tabla 2), visitas de pacientes nuevos, visitas anuales de bienestar y cuando el cuidador o adolescente está involucrado en una nueva relación íntima o queda embarazada (algoritmo 1).
- Cuando se sospecha o divulga la IPV, los proveedores de atención médica pediátrica pueden derivar a los refugios locales o al número nacional de la línea directa de violencia doméstica, 1-800-799-SAFE (tabla 5).
- Los niños que están expuestos a la IPV pueden beneficiarse de los servicios de salud mental si se puede hacer una derivación sin poner en peligro al niño o la víctima.
- El médico debe referirse a sus leyes locales y estatales con respecto a la IPV y el testimonio de los niños a los informes de IPV. Si la situación del hogar no se considera segura o si se ha abusado o descuidado al niño, debe presentarse un informe a la autoridad correspondiente en ese estado.
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